1 jun 2014

El caso de la profesora que olvidó cómo leer

letragarabato
En octubre de 2012, la profesora de guardería M.P. se disponía a empezar la primera clase de la mañana cuando abrió el libro de texto y descubrió que estaba escrito en una lengua extraña que no lograba descifrar. Pensó que algún compañero le estaba gastando una broma y le habían dado un libro de texto en ruso, árabe o un idioma similar. Sin embargo, comprobó que todos los niños a su cargo tenían libros similares al suyo. No es que el libro estuviera en un idioma extraño, era ella la que había olvidado como leer.
El neurólogo le realizo varias pruebas y comprobó que había sufrido aquella noche un microinfarto, suficientemente pequeño para pasar desapercibido pero que había destruido una región muy concreta en su cerebro, provocando la perdida en la capacidad de reconocer las letras pero dejando intacta la capacidad de hablar e incluso escribir. El caso de M.P. ha sido publicado recientemente en Neurology por la novedad de sus síntomas. ¿Por qué? Para descubrirlo entendamos un poco más que hace nuestro cerebro a la hora de leer un texto, y que le ha pasado específicamente a M.P.
La capacidad para leer un texto es reciente para nuestra especie (la escritura como tal surgió hace 6000 años, casi nada desde un punto de vista biológico) y para ser tan novedosa el proceso es sorprendentemente complejo.  Para usar el lenguaje requerimos del funcionamiento y coordinación de diferentes áreas cerebrales, implicadas en diferentes tareas específicas.
Cuando observamos un cuadro, la corteza visual de nuestro cerebro recoge la imagen recibida por nuestros ojos y la interpreta en forma de líneas, ángulos y colores. Posteriormente, esta misma área procesa la imagen identificando formas concretas y buscando un significado al compararlos con los diferentes conceptos almacenados en nuestra memoria. De esta forma, en el cuadro podemos identificar montañas, árboles o figuras humanas.
Pero con los libros esto es diferente. Nuestro cerebro debe identificar cada uno de esos signos que llamamos letras, unirlos en una palabra y buscar su significado. Este proceso esta tan especializado en nuestra cabeza que tenemos un área encargada únicamente de esta tarea: el área de Wernicke. Si en vez de interpretar un texto, queremos decir algo en un idioma, debemos seleccionar las palabras a decir y coordinar los movimientos de la boca, de esto se encarga otro área diferente: el área de Broca. No se sabe mucho sobre el funcionamiento exacto de cada una de estas áreas, pero se conoce su participación e importancia en estos procesos gracias a pacientes como M.P., que pierden una capacidad concreta al sufrir un daño neurológico en uno de estos sitios.
Las personas con el área de Wernicke dañada pierden su idioma, impidiendo que puedan leer, escribir o escuchar lo que se les dice. En cambio los pacientes con el área de Broca dañada son capaces de entender lo que escuchan y pueden escribir, pero no pueden expresarse correctamente ya que su cerebro no selecciona las palabras correctas al hablar, usando palabras equivocadas (confundir gato por árbol) y en los casos más graves pudiendo pronunciar únicamente una silaba. El caso más celebre es el del paciente Bam, que únicamente era capaz de pronunciar esta silaba aunque entendiera lo que se le decía. El caso fue estudiado por el neurólogo Paul Broca, describiendo en la autopsia la zona dañada que posteriormente llevaría su nombre.
Dependiendo del daño neurológico sufrido, en algunos casos es posible recuperarse aprendiendo a hablar de nuevo desde cero. Al igual que una persona con las piernas dañadas necesita rehabilitación es posible neurorehabilitar a un paciente enseñando de nuevo el lenguaje y aprendiendo a escribir o hablar. Una de las propiedades de nuestro cerebro es su plasticidad, lo que le permite cambiar y aprender nuevas (u olvidadas) habilidades de nuevo.
El caso de M.P. ha sorprendido a la comunidad científica por su rareza. Ha perdido la capacidad de leer pero no la de escribir ni hablar. Su daño se localiza en la conexión entre la corteza visual y el área de Wernicke, de manera que aunque su capacidad del lenguaje sigue intacta (por eso puede hablar y escribir), su cerebro es incapaz de ver las letras, ella solo ve garabatos dibujados sobre el papel.
Curiosamente, se ha comprobado que aunque M.P. no sea capaz de leer, es capaz de tener una respuesta emocional a las palabras que observa. Por ejemplo, es capaz de distinguir entre las cartas dirigidas a ella o a otro miembro de su familia, aunque sea incapaz de leer su nombre, y si se le expone una palabra que represente algo que le gusta (como postre) reacciona diciendo que le apetece “eso” que está escrito.
Probablemente se deba a que las palabras que observamos sigan dos caminos por nuestro cerebro: uno dedicado a entender el significado de las palabras y ser conscientes de ellas, y otro camino más sutil y emocional conectado con las regiones implicadas en emoción como el tálamo. Esta conexión se encargaría de aportar un significado emocional a algunas palabras, como el sentimiento negativo de la palabra “asesinato” o el sentimiento positivo de la palabra “alegría”. Dicho de manera poética, M.P. ha perdido la capacidad de leer las palabras con su cerebro, pero aun las sigue leyendo con el corazón.

  



Se conoce como fascículo arcuato, o fascículo arqueado, al haz de fibras axónicas que conectan la región posterior de la circunvolución temporal superior del lóbulo temporal, donde se encuentra el área de Wernicke, con lacircunvolución frontal inferior del lóbulo frontal, donde está ubicado el área de Broca.
El fascículo arcuato es parte del fascículo longitudinal superior y desempeña una función clave para el normal funcionamiento del habla y lenguaje humano. Las lesiones en el fascículo arcuato puede causar un tipo de afasia conocida como afasia de conducción, la cual se caracteriza por la incapacidad de repetir o aprender nuevas palabras u oraciones, orales o escritas, aunque el individuo pueda articular las ya aprendidas.

16 comentarios:

  1. Definitivamente nunca me había parado a pensar lo difícil, raro y enrevesado que es nuestro cerebro.
    Aunque si pensé una vez que pasaría y como sería el perder el saber leer. La verdad es que tiene que ser agobiante volver a aprender a hacerlo. Y además, en cualquier momento te puede pasar y yo no sabría como reaccionar porque lo curioso de lo que he leído es que sigues sabiendo hablar y sigues comprendiendo las palabras pero no sabes leerlas... sorprendente.

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  2. Madre mia menuda casualidad que sufra un microinfarto justo la noche anterior a su primer dia de clase. Me sorprende como simplemente en unas horas el cerebro puede borrar datos tan concretos haciendo olvidar por ejemplo, como leer.

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  3. Impresionante esta noticia, es increíble que se puedan olvidar cosas tan básicas y necesarias, y más si eres profesor... Espero que nunca me pase esto y menos antes de un examen o algo importante.

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  4. Es muy curioso que a pesar de que las capacidades de hablar, leer y escribir estén en la misma área, la de Wernicke, únicamente haya perdido una de estas capacidades; me sorprende que se den casos de este tipo y rareza, y me alegro de que se puedan estudiar para intentar poner una solución y conocer mejor esta parte tan importante de nuestro cuerpo como es el cerebro.

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  5. Esta noticia me ha parecido muy curiosa, y demuestra lo complicado y curioso que es nuestro cerebro. Me sorprende que este microinfarto provoque la perdida de la capacidad de reconocer las letras pero deje intacta la capacidad de hablar e incluso escribir, ya que estas funciones están muy relacionadas.

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  6. Estoy de acuerdo con mis compañeros, esta noticia es realmente interesante y curiosa. No me habría gustado estar en el lugar de esa profesora, ya que en la vida leer es algo muy importante. Nuestro cerebro es muy complejo, y estos casos nos ayudan a comprenderlo mejor.

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  7. Muy impactante la noticia, yo nunca hubiera pensado que una vez aprendido a leer se pudiese olvidar, y menos de un momento para otro.

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  8. Nunca hubiese pensado que a una profesora se lo pudiese olvidar cómo leer, y mucho menos ser consciente del trabajo que supone esta actividad en el cerebro, aunque tampoco lo he pensado mucho. Me ha parecido muy interesante, ya que también desconocía ciertas partes del cerebro como el área de Broca.

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  9. Sin lugar a dudas es la entrada que más me ha sorprendido de todo el curso. Aún sigo fascinada con la parte en la que se describe que M.P. era capaz de reaccionar emocionalmente a los garabatos que percibía pero, sin embargo, no sabía leerlos. Es muy importante que se sigan haciendo descubrimientos de este tipo para poder trabajar en la rehabilitación de pacientes con daños cerebrales como el de esta noticia.
    Conocer que el cerebro puede tener dos caminos para darle significado a las cosas que leemos es muy interesante, es como que por una zona o camino va el significado léxico por otro el emocional

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  10. Coincido bastante con los comentarios de mis compañeros, ya que me resulta increible lo que le ocurrió a M.P., debe de ser bastante traumático despertarte un día y no saber leer, y que todo se deba a un microinfarto del que no te has dado cuenta, también me ha impactado mucho que M.P. reaccionara emocionalmente al ver los garabatos aunque no supiera leerlos.

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  11. Es extraño como una persona que sabe leer, escribir o hablar perfectamente, pueda olvidar alguna de estas tres cosas "de la noche a la mañana". Me ha sorprendido mucho ya que este caso le puede pasar a cualquiera. También me he dado cuenta de lo bien organizado que está el cerebro y que si una cosa funciona mal, por muy pequeña que sea, puede ocasionar grandes daños a la persona. Me ha parecido muy interesante este artículo.

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  12. Me parece una noticia de enorme trascendencia. Lo siento muchísimo por la profesora, ya que perder la capacidad de leer debe ser terrible. Sin embargo, gracias a estos casos de estrema rareza, los científico pueden comprender mejor como se estructura el cerebro. Estoy seguro de que a esa profesora le aliviará saber que, gracias a su desgracia, muchas personas se beneficiarán gracias al estudio de su caso.

    Me parece especialmente intrigante el hecho de que, aun sin entender las palabras, sigue siendo capaz de escribir, e incluso de atribuirle una respuesta emocional a las palabras.

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  13. Madre mía, me he quedado sorprendida no sabía que nuestro cerebro podía hacer que perdamos la capacidad de leer pero que sigamos sabiendo hablar y escribir ya que la lectura está totalmente relacionada con el habla y la escritura. Espero que nunca me pase esto a mí, no sabría como reaccionar, sería una situación muy agobiante. Me ha gustado mucho conocer este caso.

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  14. Es un hecho muy raro de que una vez aprendido a leer se pueda olvidar, pero gracias a ese caso se estudiara para que no ocurra o se tomaran medidas preventivas.

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  15. Por suerte es una cosa estraña, y que como es algo cotidiano no nos damos cuenta de lo importante que es y de lo que tiene que trabajar el cerebro para realizar la lectura, pero me alegro de que haya servido para avanzar los entudios medicos

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  16. Me parece raro pero a la vez increíble como se nos puede olvidar una cosa tan básica como leer, pero esto nos sirve para seguir avanzando y descubriendo más hechos. Yo no sabía tampoco que teníamos una conexión que se encarga de aportar un significado emocional a algunas palabras, por eso la profesora sí que puede reconocer algunas palabras.

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